EDAD Y GRADO: 7 años- adolescencia. Preprimaria a secundaria
AUTOR: Mariana Leñero Solar
ÁREAS:
- Procesos de lectura (comprensión y lectura oral).
- Procesos de atención y percepción visual
- Autocontrol de impulsos
¿Alguna vez has leído un artículo y repentinamente te das cuenta de que no puedes recordar nada de lo que leíste? ¿Cómo te has sentido? Probablemente no es un sentimiento placentero; sin embargo, si te lo vuelves a proponer, logras con éxito tu objetivo y comprendes lo leído. No obstante, en los casos en que existe un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o en la presencia de problemas de aprendizaje, el proponérselo no siempre es suficiente, y el reto es mayor porque están implicados otros factores como son, por ejemplo:
- Seguridad emocional: “Los otros saben más que yo, soy tonto; resulta humillante que los demás me oigan leer en voz alta, que me tiemble la voz y que tenga que repetir y repetir lo leído sin comprender”.
- Motivación y persistencia: Por un lado, si los chicos no tienen habilidades para comprender, el leer se vuelve un acto de repetición y memorización, lo que lo hace aburrido. De la misma forma, no se está produciendo una gratificación que podría favorecer el progreso, sino, más bien, provoca la evasión porque resulta aburrido.
- Tolerancia a la frustración e inflexibilidad: "Si la actividad no me resulta satisfactoria, me frustro con facilidad y si no soy capaz de expresarlo, es posible que se manifieste en inatención, baja persistencia, inquietud, impulsividad…. De la misma forma me muestro inflexible para buscar otras soluciones si no comprendo lo que leo o para buscar otro significado o preguntar si no entiendo el contenido de lo leído".
La lectura es un proceso complejo que requiere de diferentes habilidades. Desde las que implican desarrollo del lenguaje oral y escrito, así como las que requieren de atención, focalización, concentración, control de impulsos y memoria.
En este sentido, el desarrollo de habilidades atentivas, de autocontrol y memoria resulta indispensable para favorecer los procesos lectores. Si queremos fomentar el gusto por la lectura, comencemos pensando en la necesidad de favorecer los procesos de comprensión ya que de no ser así, la lectura no tiene ningún significado. Si esto sucede, por ejemplo, el chico no podrá ir formando imágenes mentales que le sean significativas y que apoyen su imaginación.
A continuación, les presento 10 estrategias básicas que recomiendo considerar para favorecer los procesos lectores en conjunto con la motivación y el gusto por la lectura.
1.- Procuren buscar lecturas con temas que le motiven al niño o joven y que se asocien a su interés o etapa de desarrollo. Recuerden que un buen proceso de adquisición de la lectura tiene que basarse en el gusto e interés y no en la repetición u obligación. Por lo mismo, cuando se trata de practicar la lectura, permitan que sea el niño o joven quien escoja el tema y el libro (comics, revistas de moda, por ejemplo).
2.- Si la lectura se vuelve una obligación, y se presiona al niño a que lea mejor a través de la repetición y repetición y no por el gusto de leer, lo único que se provocará será un bloqueo y rechazo a la lectura. Muchas veces, les he dicho a los padres que es mejor dejar de presionar y que sean ellos quienes lean los cuentos y promuevan la comprensión y el gusto por la lectura, para luego regresar a que el niño practique la lectura diariamente.
3.- Eviten ponerlo en situaciones estresantes a la hora de leer, pues esto provocará no solo mayores problemas en la fluidez, sino en la comprensión y en su capacidad para organizar mentalmente lo que va leyendo y poder recordarlo con mayor facilidad. Evitar ponerlo en situaciones de estrés implica, también, prepararlo antes para las lecturas que se van hacer o el tipo de material que se utilizará, lo que se asocia con la estrategia siguiente.
4.- Dejen que practique solo y por algunos minutos la lectura que se va a hacer en el grupo o en una tarea, y que la conozca de antemano. De esta forma cuando se presente el material, no será nueva para él y será más fácil saber qué esperar de lo que irá leyendo. Recomiendo que si hay preguntas de comprensión, lean estas preguntas antes de comenzar con la lectura y así le sea posible organizar su pensamiento.
5.- Enseñen a subrayar las palabras difíciles o nuevas para él y que las lea en voz alta y luego baja, hasta que las pronuncie de forma adecuada. Es útil, por ejemplo, que lea primero por sílaba, luego por palabra, luego por oración, hasta que al final la lea completa con una entonación en especial. No necesariamente es malo que al final de esto haya memorizado la tonada y que no sea una lectura exacta.
6.- Enseñen a crear sus propias marcas o imágenes que puedan colocar al finalizar un renglón o un párrafo, con el fin de que sirvan de recordatorios. Por ejemplo, para motivarlo (esta carita o esta estrella te va a recordar lo que mejoraste en tu lectura y como pasaste el examen de comprensión el mes pasado) o bien, para recordarle que debe concentrarse, y para evocar mentalmente o de forma oral lo que leyó, antes de continuar con la lectura
7.- Es recomendable leer párrafos cortos de no más de 5 a 6 renglones para recuperar y recordar la información con mayor facilidad. Si es necesario, como ya se mencionó, se puede leer junto con el niño para que vaya integrando la melodía de lo que se leyó.
8.- Fomenten la expresión oral de situaciones diversas que no necesariamente se asocien con una lectura, sino con lo que pasó a lo largo del día. Esto permitirá que se practique la expresión oral, al mismo tiempo que la organización mental de sus ideas. Posteriormente, esta habilidad se traspasará a expresar en voz alta lo que se leyó, es decir, que con cada idea leída se detenga y se diga, a sí mismo, lo que entendió o de lo que se trató el texto o párrafo.
9.- Permitan, si ven que le funciona, que lea utilizando su dedo como auxiliar para seguir los renglones. Este es un apoyo que favorece el seguimiento visual y que le quitará una preocupación más al acto lector (saltarse renglones, palabras, letras) enfocándose principalmente en el proceso de comprensión.
10.- Enseñen a que vaya haciendo una imagen visual de lo que va leyendo, como si fuera una historieta. Si es aconsejable, por ejemplo, practiquen haciendo pequeños dibujos de los personajes principales, de la idea que se asocia con el tema, etc. Utilizar mapas mentales será de gran ayuda a este proceso en la lectura de comprensión.