AUTOR: Sofía Sierra Vidal
GRADO Y EDAD: 6 años en adelante
DESCRIPCIÓN:
En este documento se ofrecen estrategias para practicar la visualización como una forma de mejorar nuestra autoestima y, por ende, nuestra autoimagen a través de la imaginación de escenas positivas. Con la visualización nos distanciamos de nosotros mismos y nos observamos con objetividad. Esto aumenta nuestra autoestima y corrige la crítica que nos hacemos, cambia la forma en que nos relacionamos con los demás y nos ayuda a conseguir metas.
ÁREAS DE APOYO:
- Autoestima y autoimagen
- Desarrollo y seguridad emocional
- Motivación de logro
- Atención y autocontrol
INTRODUCCIÓN:
Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”. La “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida. De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.
La visualización puede utilizarse para mejorar nuestra autoimagen a través de la imaginación de escenas positivas. Esto aumenta nuestra autoestima y corrige la crítica, cambia nuestra forma de relacionarnos con los demás y nos ayuda a conseguir metas. Con la visualización nos observamos a nosotros mismos con más distanciamiento y objetividad. Vamos a ir explicando cómo realizarla:
- Cómo realizar la visualización
Sesiones de preparación: Aprender a relajarse. Debes aprender a respirar de forma profunda y relajada, utilizando los músculos abdominales para conseguir una respiración parecida a la que tenemos durante el sueño. Después ve enfocando cada una de las partes de tu cuerpo y nótalas más pesadas.
Fases:
- Primera fase: Intenta imaginar que tienes diferentes sensaciones en los sentidos (vista, oído, gusto, olfato y tacto). Con la práctica irás consiguiendo impresiones cada vez más claras.
- Segunda fase: Imagina una experiencia que incluya las sensaciones de los sentidos practicadas con anterioridad.
- Tercera fase: Creamos escenas personales que queramos llevar a la práctica.
Para que esas visualizaciones mejoren nuestra autoestima, debemos imaginarnos alcanzando la meta deseada. Para ello visualizaremos la conducta que hemos de llevar a cabo y las consecuencias positivas de lograrlo. Debes imaginarte que luchas y al final triunfas, que te gustas a ti mismo y que gustas a los demás…
- Sesiones para diferentes aspectos de tu autoestima:
Puedes hacer sesiones de visualización destinadas a mejorar diferentes aspectos de tu autoestima:
- Sesiones de autoimagen: Para corregir nuestra concepción de nosotros mismos.
- Sesiones de relaciones: Para sentirnos mejor en las relaciones con los demás.
- Sesiones de metas: Para ver con claridad nuestros objetivos y crear una expectativa de éxito.
Cada una de las fases puede requerir varias sesiones. Conseguir una relajación profunda y unas visualizaciones claras requiere de mucha práctica y no es igual de sencillo para todo el mundo. No te desanimes si no ves resultados inmediatos, ya que pueden estar sucediendo a nivel inconsciente. Practica la visualización como algo relajante y agradable sin preocuparte de los resultados. Estos llegarán por sí solos.