Descripción:
Cuando hablamos de los sentidos, generalmente mencionamos los cinco tradicionales: la vista, el olfato, la audición, el gusto y el tacto. Sin embargo, existen dos sentidos más que controlan la conciencia corporal (propiocepción), el equilibrio y la orientación espacial (sentido vestibular).
El sistema vestibular regula el sentido del movimiento y del equilibrio, además permite situar el cuerpo y sus desplazamiento en el espacio. Gracias al sistema vestibular podemos mantener el equilibrio y regular nuestra postura. Cuando los niños tienen dificultades vestibulares es posible que se les dificulte situar su cuerpo en el espacio y hacer sentir que no tienen equilibrio o que están fuera de control.
Relacionado con el aprendizaje y la conducta, podemos decir que los estímulos vestibulares nos ayudan a tranqulizarnos o inquietarnos. Por ejemplo, mecerse en una hamaca o un columpio o un movimiento suave, llegan a producir sueño, mientras que un estímulo fuerte como cuando estamos en los juegos mecánicos puede producir excitación.
Los niños que presentan problemas para integrar de forma adecuada la información sensorial (lo que ven, oyen, sienten) es factible que tengan respuestas desorganizadas, hiperactivas (exceso de actividad) o hipoactividad (baja acitivdad).
En este sentido, podemos decir que muchos de los niños que tienen dificultad para estar quietos, a menudo tienen un control inmaduro sobre el equilibrio y frecuentemente se concentran mejor si se les permite moverse en clase, o levantarse unos minutos.
Les recomiendo que analicen cómo están sus hijos en esta área y que realicen de forma de juego las siguientes actividades asociados a la estimulación vestibular:
Recomendaciones
- Actividades de salto, de rebotes en posición sentado, de rodillas o de pie.
- Actividades de balanceo (rodillas, sentado, acostado abajo, boca arriba)
- Desplazamiento en la resbaladilla
- Caminar sobre una línea pintada en el suelo, ( 10 cm. de ancho aprox), en donde tratará de no salirse.
- Utilizando un columpio hecho con una base de madera y cuatro cuerdas de soporte en cada esquina, colgarlo del techo, separado del suelo aproximadamente.
- Utilizando el columpio, pero ahora mecerlo de izquierda a derecha, se debe mencionar que no debe tomarse de las cuerdas y que debe estar, al principio, sentado con las piernas cruzadas y detenerse.
- Posteriormente se incorporará parándose en el columpio, para lograr que mantenga el equilibrio mientras se columpia, esto será suave.