AUTOR: Mariana Leñero Solar
EDAD Y GRADO: Todas
DESCRIPCIÓN:
Uno de los mejores regalos que se le puede ofrecer a cualquier chico y, en especial, a aquellos que tienen algún tipo de Trastorno, como es el TDAH, es que desarrollen su inteligencia emocional. Este documento forma parte de una serie asociada con estrategias para fomentar el desarrollo de la Inteligencia emocional de niños y jóvenes. Se describe el consejo: Conocerse a sí mismo - conciencia emocional.
ÁREAS:
- Inteligencia emocional
- Identificación y expresión de sentimientos y emociones.
- Seguridad emocional y autoestima
- Empatía
- Motivación
INTRODUCCIÓN:
Uno de los mejores regalos que se le puede ofrecer a cualquier chico y, en especial, a aquellos que tienen algún tipo de Trastorno como es el TDAH, es la oportunidad de desarrollar su inteligencia emocional.
En su libro, Inteligencia Emocional, Daniel Goleman refiere que existen diferentes características que engloban el concepto de Inteligencia emocional, tales como:
- Conciencia emocional
- Empatizar y confiar en los demás.
- Motivarnos a nosotros mismos.
- Perseverar en el empeño a pesar de posibles frustraciones.
- Regular nuestros propios estados de ánimo.
- Evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales
Es factible que los chicos con TDAH requieran más apoyo para desarrollar estas características, porque presentan dificultades, entre otros factores, para regular sus emociones. Durante mi práctica profesional, he observado que las emociones son vividas por ellos de forma muy intensa (magnificación de lo que sienten o sucede) o con poca intención (baja motivación, fatiga…).
Como les digo a mis pacientes, uno de los objetivos en la terapia es aprender a regular por ellos mismos el volumen en sus emociones. Porque si las suben muy alto, lo más seguro es que se distorsiona el sonido y si es muy bajo, no se escucha e inclusive se anula. Si van desarrollando la habilidad para reconocer cómo se están sintiendo o comportando, podrán utilizar esta información para guiar su comportamiento de una forma asertiva.
CONOCERSE A SÍ MISMO Y CONCIENCIA EMOCIONAL
Uno de los objetivos principales que procuro favorecer en mis pacientes es que sean conscientes de quiénes son ellos y no sólo quiénes son sus problemas. Sin embargo, si llegan a mi consultorio es porque están teniendo problemas y, muchas veces, tampoco ellos saben por qué está sucediendo lo que llega a ser una fuente de ansiedad importante para ellos. En otras ocasiones sucede lo contrario y llegan creyendo que son sus papás los que tienen el problema o que van a jugar o aprender conmigo, porque mi consultorio es como una "escuelita chiquita".
No importa la edad que tengan, para mí, como terapeuta, es muy importante identificar el grado de conciencia que tiene el niño o joven de su problemática. No tienen que saber el nombre o ser capaces de enumerar con exactitud lo que les pasa, pero les doy tiempo y observo qué tan fácil les resulta poder describir un día cualquiera en su casa o en la escuela.
Escucharlos antes de darles explicaciones o llenarlos de preguntas es una de las primeras herramientas, no sólo como terapeuta, sino como madre que recomiendo usar. De la forma en que ellos nos compartan o describan qué es lo que está pasando, será más fácil intervenir en el proceso de que se conozcan a sí mismos y sean conscientes, a su nivel, de sus emociones y su comportamiento.
He comprobado que hablar con ellos claramente de su situación y ser honestos es uno de los primeros pasos que mejor funciona para que ellos se abran y comiencen su propio recorrido para conocerse y aceptarse. Muchas veces, les digo que no sé exactamente las razones de lo que le está sucediendo, pero que con su ayuda podremos ir conociendo más acerca de él.
A lo largo de todo el proceso de terapia, uno de los objetivos, también, es que sin importar la edad los niños, sean conscientes de su conducta. Por ejemplo, saber cómo reaccionan, cuándo y por qué reaccionan de tal modo. Si no son conscientes de esto, el hecho de preguntar e ir indagando forma parte de este despertar.
Además, hago uso de actividades y ejercicios asociados con el reconocimiento de sus fortalezas y debilidades, y lo más importante es poder hacerlo en su justo valor. Como les dije al inicio, es ir encontrando, junto con ellos, la habilidad para poder controlar el volumen de los sentimientos y las emociones, sin que los negativos distorsionen la realidad y los positivos se dejen escuchar o no se anulen.